Spiga

Mi no mujer

Me desperté en la mañana muy temprano, tampoco había dormido de lo mejor...

Me dediqué a mirarla pasmado, es que no lo podía creer, su maquillaje se entremezclaba dejando poco claro donde había sido puesto....

¿Cómo le explicaba que se había tomado cinco copas de desvergüenza y otras cuantas de desinhibición ...qué se había bebido a Damián y a otros cuantos más?

...No recordaba nada, entre mis brazos entrelazada amándome como siempre...

...Siendo la protagonista, ni siquiera fue testigo del momento en que la abandoné.

Aporte de Francoise



Otro día más…

No quería parecer insensata, pero todo apestaba.
Me subí a la micro, la misma de siempre y me idiotizaba pensar, en el olor a sudor, en la incomodidad, en la necesidad de tener que soportar que algún estúpido irrumpiera en mi espacio vital.
Las gordas que se suben y arremeten por el pasillo, sin ningún detenimiento, más que contonear y masajear su enorme figura sobre el resto de los pasajeros.
No soy una tipa fácil lo sé, pero aquel no había sido un buen comienzo, la ciudad estaba oscura, el frío me calaba los hueso, y ahí a las 7:30 de la mañana, preparada para comenzar mi día laboral ¿por qué? (yo quería dormir), imposiciones absurdas de la sociedad, de mis padres, de mis profesores, de mi pareja y toda esa maquinaria pesada que de pronto se cae encima, de manera permanente y por el resto de tu vida.
Seguía merodeando sobre la futura inutilidad de la jornada, claro, a las 8:30 tenía que estar frente a ese maldito computador con la cara llena de alegría y mi jefe ¿qué? seguramente estaría aún durmiendo o le estarían sirviendo el desayuno, a veces son injustas las circunstancias, pero eso no me consolaba.
Año tras año estudiando, hasta que me titulé, y ¿para qué? Casi cuento con el sueldo mínimo, y pagué hasta con mi alma…por cierto, la mía y de mis padres. Y aquí estoy, con la cabeza casi pegada al vidrio de esta micro asquerosa, la gente pisándome los talones, soportando el olor a “trabajo” y con los huesos adoloridos, aturdidos de frío, después dicen que la plata no hace la felicidad, un imbécil razonamiento, digno de gente poco inteligente.
La gente comienza a mirarme, mi cara de odio debe ser fatal y ¿que les importa?, ni siquiera soy libre de tener mis propios pensamientos en este estrecho lugar, es que además debo ser delicada y tener una sonrisa dulce porque soy mujer, ¡que mierda! Estoy iracunda, quiero gritar, miro al cabro de chico de al frente y le hace un escándalo a la incompetente madre que no es capaz de callarlo, y yo atentando contra lo que me queda de instinto materno siento deseos de ahorcarlo, de morderlo, de patearlo y sigue sin callarse.
Decidida opto por bajarme de la micro, prefiero caminar un par de cuadras que seguir con ese martirio.
Comenzó a llover ya nada podía ser peor, y yo que había tratado de esconder con maquillaje de mi cara de asco, ahora mi pelo se estropeaba, mi maquillaje se corría y todo por no tener un maldito paraguas.
Llegué al templo de la desesperanza, y cosa extraña ahí estaba, lo odié más que nunca, ni siquiera me dio el gusto ese día de odiarlo con razón, entré sigilosamente y una vez frente a él, esbocé una enorme sonrisa…“Buenos días Jefe, ¿Cómo amaneció?

Aporte de Francoise

La familia

Siempre hemos sido una familia unida. Mis tíos vivían con nosotros por problemas económicos, lo que no era problema para mí, a pesar de ser hija única. Además, podía ver todos los días a mi primo mayor. Yo lo amaba en secreto desde chica, pero nunca lo comenté con nadie. Cuando tenía 17 años, un día nos juntamos todos en la cama de mis papás a ver una película y me acosté a su lado. Sin querer pasé mi mano por su pene. No dijo nada. Desde ese día, siempre me metía a su cama y trataba de tocar su pene como algo accidental.

Un buen día, todos salieron de casa y me quedé sola. Mi primo llegó tarde y se fue a acostar. El solo hecho de saber que estábamos solos, me excitó por completo. Fui a su pieza inventando una pesadilla, y como siempre, me acosté a su lado. Temblaba de solo pensar su cuerpo estaba junto al mío. Repentinamente, giró su cuerpo quedando de frente a mí y pasó su brazo por mi cuerpo, atrayéndome hacia él. No recuerdo bien que fue lo que me dijo, solo que me tomo una mano y la llevo directamente a su pene, que se encontraba erecto y fuera del boxer, mientras fue metiendo su mano por debajo de mi polera de dormir, hasta que tomó con ella uno de mis senos. No pude evitar que de mi boca saliera un tímido gemido de placer, más fuerte cuando tomó entre sus dedos mi duro pezón. Podía sentir en mi mano como su pene palpitaba mientras él jugaba con mi pezón. Me desnudó y sus labios se apoderaron de mis pezones. Le pedí que me hiciera suya, me recostó boca arriba separando mis piernas y metió su cara entre ellas. Su caliente lengua empezó a recorrer mis labios inferiores haciendo que todo mi cuerpo se contorsionara de placer. Era la primera vez que mi vagina era tocada por un hombre. Di un fuerte gemido cuando su lengua hizo contacto con mi clítoris. Su hábil lengua pronto me provocó un orgasmo. Entre jadeos y gemidos mi cuerpo se sacudía como si una descarga eléctrica lo hubiera tocado, mientras él fue besando mi cuerpo y acariciando mis pechos, tomando posición sobre de mi cuerpo. Aún vibraba, cuando acomodó su caliente glande entre mis labios vaginales y lentamente empezó a hacer presión. Su pene se fue deslizando hasta que encontró mi lubricada vagina. Tomó impuso y con un violento movimiento de sus caderas su pene se fue el fondo de mi vagina arrancándome un ligero grito de dolor cuando desgarró mi himen. El dolor pronto desapareció y un rico calor lleno de deseo y lujuria cubrió todo mi cuerpo. Su pene se movía violentamente recorriéndome completamente. Cada una de sus embestidas era acompañada por mis gemidos que salían sin ningún control y que acompañaron mi segundo orgasmo. Casi de manera simultanea, él tembló y depositó su tibio semen en mí. Jadeantes y sudorosos nos estrechamos en un calido abrazo mientras nuestros cuerpos vibraban de placer.

Al poco tiempo después, mis tíos se fueron al Sur y nunca más vi a mi primo, pero siempre recordaré ese momento como uno de los mejores de mi vida. No cabe duda que siempre hemos sido una familia unida…


Aporte de Juana la loca.

Elegancia v/s vulgaridad

Era tan preciso, su boca era certera, su nariz un tanto vulgar.

Me gustaba esa vulgaridad escondida tras toda la sabiduría que manifestaba, eso lo hacía irresistible, tal como una prostituta con las piernas juntas, la diferencia era que él no se prostituía ante nadie, lo que le daba un aire de elegancia.

Entre tanta vulgaridad y desconsuelo, me volví su cómplice, y a pesar de nuestra decadencia y toda mi sabiduría, quise parecer vulgar, a ver si se excitaba….me equivoqué, por más que intentaba ser vulgar afloraba toda mi elegancia y como esperaba no se excitó, y así terminé sin un manifiesto y con toda mi elegancia, ahogándome en una copa de vino de mala muerte…que vulgar destino.

Aporte de Francoise



Un lugar en la tierra

Te vi desde una estrella y sé que me viste, en ese momento comenzamos a brillar a lo lejos, porque tu, tú bailabas con la Luna.
Acá hace frío, además las estrellas no son muy cómodas, sobretodo cada vez que intento recostarme,esa esquina puntiaguda que tienen me molesta ..
¡Ya sé!, por que mejor no le explicas a la Luna que nunca podrán estar juntos, tú eres de otro planeta, del mismo que yo y así nos vamos cantando y bajamos a la tierra , dicen que hay buenas estufas, las camas son muy cómodas y no tienes que bailar al ritmo del viento porque hay música de verdad.

Aporte de Francoise

Tu calor

Te estaba esperando así mismo, rodeado de serpentinas ondulantes y con tu pelo al viento ...me bajé de los árboles a buscarte pero subiste hasta el sol.
Me compré un par de alas para ir a buscarte, un par de alas naturales, no me gustan los aviones... se pueden caer.
Me hice un tomate bien estirado , para que mi pelo no me tapara la vista cuando cruzara las nubes. Te compré un par de naranjas, tienen Vitamina C y aunque no creo te resfríes en ese lugar , son buenas para el calor, podrán refrescarte.
Siempre quisiste llegar hasta el sol, y yo quería ir contigo...pero cuando llegué ya te habías quemado.

Aporte de Francoise

Para la amiga que pudiera ser hackeada

El día de ayer, conversando con un amigo - no voy a dar su nombre - surgió este dialogo:

Amigo: Oye quiero hacerte una consulta...
Yo: Dime, que pasa...
Amigo: Mira, le envié un correo a una flaca, y no se si le ha llegado porque no me responde...
Yo: mmm, depende, si te insinuabas por el correo quiere decir que ya te mandó a volar, si era algo de la U, pues vuélveselo a enviar y dile que por si acaso...
Amigo: No me estaba insinuando, pero la invitaba a salir y ya!, no quiero enviar dos veces lo mismo...
Yo: Pero entonces ya fuiste… queda de caballero no mas...
Amigo: Y si no lo ha visto?
Yo: Entonces pregúntale, algo como..."Oye te envié un correo, lo viste?" (Obvio, no?)
Amigo: Si po!, pero aún no te digo mi consulta...
Yo: A ver...
Amigo: Quiero saber como puedo sacarle la clave de su correo, pa’ poder estar tranquilo, o sea para ver si vio o no mi correo, dime, tu sabes como?
Yo: Como que hueón? Cómo sacarle la clave para que la espíes, acosador de mierda!...
(risas)
Amigo: No, tampoco… tampoco, solo vería su correo y ya...
Yo: Yo soy el primero al que preguntas eso?
Amigo: No, un conocido me ha dicho que si sabe como, pero que me cobra 200 Lucas.
Yo: Cooomoo!!??, ese es hueon o se lo... quién es pa’ sacarle la cresta?
Amigo: No pues, ese no es el punto...dime, sabes o no sabes?
Yo: Tengo idea, pero para lo que quieres hacer no te lo voy a decir nica...
Amigo: eeeeehhh, yaaaaaa... que tú nunca le has sacado la clave a alguien?
Yo: mmm....Si, pero fue la última vez...
Amigo: Imbecil. Te ofrezco cien lucas entonces!...
Yo: que!?, Yo soy pobre pero honrado.

Entonces, el presente post va dirigido a la amiga de mi amigo...si... a ti niña que no le haces caso al pobre hombre y que seguro viste su correo y lo mandaste a la papelera en menos de 1 min. Aún con todas esas, estoy seguro que mi amigo encontrará una forma, o alguien, o algo para quitarte esa preciada clave con la que según él, encierras todos tus secretos...

¿ Puedes hackear el hotmail de mi amiga ?

Sin mentirles, si hubiera comprado una torta de jamón por cada vez que me han preguntado esto, en este momento el chavo del ocho pesaría unos 200 kilos y se hubiera solucionado completamente su problema de hambruna.
Desde el colegio - en aquellos momentos era más repetitiva la preguntita - recibo este tipo de consultas. Y quiero dejar en claro que no soy ningún hacker, ni cracker, ni nada que se le asemeje, sino que todo se basa en que en su debido momento generalmente tenía más conocimientos informáticos y sobre Internet que el resto de mis amigos, y es bien sabido que cuando la gente ve alguien así, cree tener una mina de oro!, es decir, quiere llevarte a comprar su PC, a comprar Cd's, te llama cuando instala algo, te llama cuando no puede instalar algo, o simplemente cuando quiere que el Excel haga "algo"...

Hasta te llaman cuando tienen sus arranque de locuras filosóficas sobre la informática...el clásico.. " he estado pensando...y si las computadoras nos llegarán a dominar algún día?...como en Matrix?, puede ser?"

En esta etapa de mi vida, pensé que todo eso ya había llegado a su fin - actualmente me encuentro en la universidad - pero OH sorpresa, parece que no fue así, y es que la cosa va de mal en peor!, porque si antes lo que me ofrecían por el dichoso servicio era un completo donde la tía de la esquina, o una chelita en algún sucucho, ahora la cosa ya se puso más seria...

La Puta María y María la Puta

Se llamaba Puta y era la más santa del lugar. Cada vez que alguien la llamaba por su nombre, todo el mundo volteaba para reírse, otros la insultaban o intentaban aprovecharse de ella, hasta le habían ofrecido dinero. A pesar de tener ese nombre, ella era buena. Si hasta podría haber sido monja porque aún era virgen... y hablando de vírgenes tenía una amiga que se llamaba María, y esa si que era Puta.

Aporte de Francoise